El plato que te propongo hoy viene con diferentes texturas de alcachofa, ¡atrévete a jugar con esta verdura tan particular, te sorprenderá!
Ingredientes:
5 alcachofas frescas
Alcachofas en conserva
300ml caldo de alcachofas ecológico Aneto
1 puerro
1 calabacín ecológico
Chorrito AOVE
Pizca pimienta negra
Pizca sal
Procedimiento:
Lo primero que vamos a hacer es coger las alcachofas crudas y las vamos a cortar y pelar para hornear. Es importante que no os olvidéis de calentar el horno a 180 grados con calor por arriba y por abajo.
Con el cuchillo quitamos la base y vamos a empezar a quitar las hojitas inferiores. ¿Hasta cuándo? pues hasta que veamos que va cambiando de color verde a color blanco.
Ya está cambiando el color. Como veis ya tenemos la alcachofa más o menos pelada por la base. Toda la base bien blanquita, igual quitamos una más. Ahora lo que vamos a hacer es cortar la parte superior, también el trozo más verde se va fuera.
Ahora lo que vamos a hacer es abrirla un poquito con los dedos. Vamos abriendo la flor poquito a poco. Reservamos y vamos con otra.
Las alcachofas son una verdura que se oxida muy rápido, cambian de color y se ponen negras enseguida. Entonces, si no vamos rápido a la hora de seleccionar todas las alcachofas, os recomiendo que pongáis en un cuenco agua muy fría con perejil, incluso una gotita de limón, aunque el limón si no se pone en la cantidad justa luego podría dejar sabor, así que os recomiendo que utilicéis perejil fresco y agua muy fresquita.
Con un paño cubrimos para que no entre en contacto con el oxígeno y así evitamos que se oxiden.
Ahora que ya tenemos las alcachofas preparadas, las vamos a colocar en la bandeja para hornear con papel de horno, para que no se peguen. Las condimentamos con un chorrito de AOVE, que entre bien dentro. Añadimos una pizca de sal y por último añadimos una pizca de pimienta y nos las llevamos a hornear.
Mientras tenemos las alcachofas en el horno, vamos a calentar el caldo de alcachofas.
Removemos bien, lo colocamos en la olla, una pequeña base, unos 300 mililitros más o menos y lo llevamos a ebullición. Mientras tanto vamos a cortar el calabacín y el puerro, que nos van a servir como base para la cremita. Como el calabacín es ecológico, vamos a aprovechar la piel, no sólo por los nutrientes que tiene sino porque nos aportará un color verdecito muy bonito a la crema. Cortamos en rodajas y las reservamos hasta que el caldo esté hirviendo.
Vamos con el puerro; como veis, está más o menos limpio. Le quitamos una capa más que todavía estaba muy fibrosa y luego nos quedarían como hilillos en la crema que no nos gustan. Los limpiamos bien para que no tenga arenilla y cortamos la parte verde. La podemos aprovechar para hacer el caldo que os comentaba antes con los restos de alcachofas. Lo cortamos también en rodajas, más o menos regulares, para que se cocine al mismo tiempo y lo reservamos también.
Vamos a añadir 4 o 5 corazones de alcachofas en conserva, como estos de aquí, que le van a aportar más sabor a alcachofas y también una textura más cremosa. El resto los pasaremos en la plancha para emplatar.
Cuando el calabacín y el puerro estén blanditos, añadiremos en el último momento las alcachofas. Removemos y vamos a condimentar. Como siempre una pizca de sal, porque estos caldos son muy bajos en sal y ya sabéis que la sal siempre potencia un poquito los sabores. una pizca de pimienta y por último una cucharadita de ajo en polvo, también podéis utilizar un ajo fresco.
Removemos y cocinamos a fuego medio hasta que estén blanditos el calabacín y el puerro.
Mientras se prepara la cremita vamos a marcar las alcachofas en conserva en la sartén con mucho cuidadito porque son muy delicadas. Las cortamos por la mitad ya las tenemos cortadas así que vamos a calentar la sartén con una gotita de aceite nada más, para que no se peguen básicamente.
Repartimos bien para crear una pequeña base y las vamos a marcar por el centro. Las marcamos nada, un momentito, solo para darles un colorcito más dorado. Mientras se marcan las alcachofas vamos a añadir 4 o 5 en la crema. La cantidad, como siempre, al gusto.
Removemos, cocinamos un par de minutos más y ya podremos triturar.
Ya tenemos las alcachofas preparadas, fijaros qué color más bonito han cogido. Las pasamos al plato y las reservamos para emplatar.
Por aquí también ya tenemos los ingredientes bien cocidos así que dejamos reposar 5 minutos para que se enfríe un poco y trituramos. Los pasamos con mucho cuidado que no salpique. Según cómo quede después de espesa, siempre podéis añadir un poquito más de caldo para licuarla y que quede a vuestro gusto. Cerramos y trituramos.
Ya tenemos por aquí las alcachofas horneadas. Fijaros qué buena pinta tienen, han quedado crujientes por fuera y blanditas por dentro, que es lo ideal. Tenemos por aquí también la cremita, fijaros qué textura más buena ha quedado, súper cremosa.
Por último, tenemos por aquí las mitades de alcachofas que hemos marcado en la sartén, así que vamos a emplatar.
Empezamos sirviendo la cremita en la base, colocamos una base no muy grande, solo para cubrir bien el plato y repartimos bien.
Ahora colocamos una alcachofa en el centro del plato. A continuación, colocamos las mitades de alcachofas y ya para terminar, añadimos un chorrito de AOVE, una pizca de ajo en polvo y por último un toque de pimienta.
¡Espero que os haya gustado la receta y la preparéis en casa, de ser así no olvidéis mencionarme en Instagram y Facebook para que pueda verla!
Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. Más información
Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.